El científico estadounidense Brian Lapointe ha explicado sus investigaciones sobre la laguna Indian River, en Florida, encontrando grandes similitudes con la situación del Mar Menor 

 

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En un evento organizado esta semana en la Universidad de Murcia, el reconocido científico estadounidense y experto en contaminación de lagunas costeras, Brian Lapointe, ha presentado sus investigaciones sobre la contaminación en la laguna Indian River, en Florida. Sus investigaciones revelan alarmantes similitudes con la crítica situación que enfrenta el Mar Menor, especialmente en lo que respecta a la contaminación por aguas residuales de origen urbano.

Fundación Ingenio, comprometida con la protección y recuperación del Mar Menor, subraya la trascendencia de estos estudios internacionales. «Las investigaciones de Lapointe no solo arrojan luz sobre las causas subyacentes de la contaminación en estas importantes masas de agua, sino que también nos muestran un camino a seguir para la recuperación y conservación del Mar Menor», ha afirmado Natalia Corbalán, directora general de Fundación Ingenio.

Los estudios presentados por el doctor Brian Lapointe, profesor investigador del Instituto de Oceanografía Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida, y su compañera de equipo la doctora Rachel Brewton demuestran que, pese a que los agricultores estadounidenses han reducido en un 50% el uso de fertilizantes en los últimos años, la situación de la laguna Indian River, donde se centran sus investigaciones, no sólo no ha mejorado su estado, sino que lo ha empeorado.

Pese a que la presión social, política y ecologista sigue enfocada en criminalizar al sector agrícola, los datos hablan de que la procedencia de nutrientes es principalmente antropogénica (urbanismo), según Lapointe. Y en su dilatada experiencia en este tipo de ecosistemas, la contaminación antrópica de las aguas es provocada sistemáticamente y de forma fundamental por la entrada de aguas residuales de origen urbano, fruto de la presión creciente y mal gestionada de la actividad humana, como sistemas sépticos (pozos ciegos) y tratamiento ineficaz de dichas aguas. 

Desde Fundación Ingenio recuerdan que la agricultura no es el problema del Mar Menor sino parte de la solución y destacan las declaraciones de Lapointe de que «mientras las acciones no vayan dirigidas a mejorar los sistemas de tratamiento de las aguas residuales urbanas y haya una correcta gestión de las mismas, no podremos hablar de la recuperación de estos sistemas lagunares».

Ambos investigadores han podido comprobar in situ la situación en el Mar Menor y su cuenca vertiente, tras lo que han asegurado que «se nota un claro proceso de eutrofización en toda la laguna, especialmente con un cambio de color notable en la cubeta sur, donde la renovación del agua es más lenta». Además, para Lapointe, «el tipo de algas y su morfología que están cerca de las zonas altamente urbanizadas evidencian una entrada masiva de nutrientes a la laguna», similar a las estudiadas por su equipo en otras lagunas del mundo.  

Tras años de investigación al respecto, Lapointe ha afirmado durante que una de sus principales recomendaciones es que «Murcia no ha de caer en la distracción que supuso en Estados Unidos centrar en los fertilizantes la carga de responsabilidad del estado ambiental de la laguna, y que es hora de aprender de otras zonas y así evitar cronificar el problema». Para Lapointe, uno de los pasos que hay que dar para resolver esta situación pasa por el uso de técnicas como el análisis de isótopos de nitrógeno, con el que es posible identificar fuentes específicas de contaminación.

Investigadores de la Universidad de Murcia valoran firmar un convenio de colaboración para trabajar en el Mar Menor con Lapointe y su equipo de expertos de la Universidad Atlántica de Florida, con el objetivo de poder implementar sus técnicas de estudio en la laguna murciana.