CARTAGENA, 24 Ago
Ante la nueva crisis en la que se ve sumido el Mar Menor, la FUNDACIÓN INGENIO lamenta las dolorosas consecuencias y se suma a las reivindicaciones que piden a gritos soluciones urgentes para atajar este drama ambiental, que padecemos especialmente quienes vivimos a orillas de la laguna.
Reivindicamos a las administraciones públicas acometer cuanto antes las soluciones existentes para acabar con este desastre ecológico, y pedimos responsabilidades a todos los gestores públicos de la laguna, especialmente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) y a la ministra Teresa Ribera, a quien hace apenas unos meses solicitamos una reunión para presentarle una solución integral -el Anillo Protector Ambiental-, encuentro que ha sido rechazado, de manera sistemática, varias veces este año.
Lamentamos profundamente las acusaciones tergiversadas y el señalamiento oportunista por parte de determinados activistas radicales que, de manera interesada y secundada por algunos partidos políticos, buscan un chivo expiatorio para eximir su responsabilidad y favorecer ciertos intereses partidistas, desvirtuando de este modo otras necesarias medidas efectivas. Estas acusaciones, carentes de evidencias contrastables y varias veces desmentidas ya por catedráticos y expertos en la materia, únicamente hacen daño a la región dividiendo a la sociedad civil y obstaculizando que se tomen soluciones efectivas urgentes.
Basta señalar en este sentido que la agricultura en la comarca está parada (no se trasplantan hortícolas hasta septiembre) y en la actualidad el regadío practicado en el Campo de Cartagena utiliza en un 99% la fertiirrigación con sondas de humedad que hacen más que improbable unas acusaciones que ni se han molestado en demostrar científicamente. El verdadero problema de la entrada de nutrientes procede, insistimos en ello, del acuífero cuaternario, que nada tiene que ver con la agricultura de precisión practicada en la actualidad, y al que dichos activistas radicales y la administración parecen ignorar sistemáticamente, seguramente porque su intención es continuar viviendo del problema.
Los primeros indicios parecen evidenciar que existe una correlación evidente entre la muerte de esos miles de peces y los días de temperaturas extremas durante la ola de calor (en los que se han superado los 40°C de temperatura ambiente y más de 30°C en el agua), sumados a la llegada masiva de turistas, con más de 200.000 en los municipios del Mar Menor (donde muchas casas y urbanizaciones todavía vierten sus aguas al Mar Menor, como denunciamos hace apenas unas semanas).
De este modo, en lugar de redundar en rencillas que no plantean soluciones, volvemos a denunciar una vez más que el Anillo Protector Ambiental, avalado por prestigiosos catedráticos y expertos en la materia a nivel nacional e internacional, es ignorado sistemáticamente por la Administración, cuando es parte fundamental de la solución. De hecho, se presenta como la única solución que atajaría el origen del problema (ya que otras propuestas no abordan la entrada de nutrientes del acuífero, algo que seguirá ocurriendo durante décadas, aunque se eliminen las actividades económicas de la zona). Por ese motivo, requerimos activar cuanto antes las infraestructuras previstas en el Plan Vertido Cero, cuya competencia recae en el MITERD, y exigimos la extracción inmediata del a gua cargada de nutrientes estancada desde hace décadas en el acuífero cuaternario, de donde proceden los vertidos de nutrientes en la actualidad.
Por todo ello, pedimos por tercera vez a la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que nos reciba de una vez por todas para exponerle el Plan Integral de solución para el Mar Menor (el Anillo Protector Ambiental), y que ejecute el Plan de Vertido Cero, además de restituir las golas a su estado original, prácticamente cerradas por colmatación, para que el Mar Menor deje de ser un pantano y pueda, poco a poco, renovar sus aguas, su salinidad y oxígeno y volver a ser un mar sano.