El mayor experto en contaminación de aguas ha estudiado la situación del Mar Menor y ha determinado que la contaminación radica en las aguas residuales urbanas y no en el campo

 

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Giro con la crisis por la contaminación del Mar Menor, un punto caliente de la guerra entre ecologistas y el campo. El mayor científico experto en contaminación de lagunas costeras, Brian Lapointe, ha estudiado la situación de las costas de Murcia y, dando la razón a los agricultores, ha determinado que el verdadero origen de la contaminación del Mar Menor radica en las aguas residuales de origen urbano, y no en los trabajadores del campo.

Se trata esta de una información de gran repercusión para el sector agrícola, ya que en la guerra agricultura-ecologismo una voz de gran renombre ha inclinado por primera vez la balanza hacia los trabajadores del campo, que durante años han tratado de defenderse de las acusaciones de corte ecologista que les señalan como culpables de la contaminación de las aguas.

Lapointe, profesor investigador del Instituto de Oceanografía Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida y el mayor experto del mundo en estudio de aguas contaminadas, visitó Murcia este miércoles, para analizar, junto a su compañera de equipo, la doctora Rachel Brewton, la situación del Mar Menor. Allí descubrieron «preocupantes» similitudes con otras lagunas, ríos o mares de características parecidas al Mar Menor que estaban gravemente contaminadas.

Según ha podido saber Vozpópuli, al experto le llamó la atención la cantidad de urbanizaciones existentes, la entrada permanente de agua dulce por la rambla del Albujón, la ausencia de redes separativas de pluviales y saneamiento y la subida del nivel freático del acuífero.

Además, un día más tarde, durante un seminario sobre las causas y consecuencias de la contaminación costera organizado por el Grupo de Investigación de Química de los Plaguicidas, Contaminación Agroindustrial, Ecoeficiencia y Toxicología de la Facultad de Química de la Universidad de Murcia al que el investigador fue invitado, Lapointe volvió a recalcar la preocupación que ha despertado en él la situación del Mar Menor. «Se nota un claro proceso de eutrofización en toda la laguna, especialmente con un cambio de color notable en la cubeta sur, donde la renovación del agua es más lenta», alertó al respecto.

Otro síntoma angustiante bajo su punto de vista en el tipo algas y su morfología que están cerca de las zonas altamente urbanizadas, que «evidencian una entrada masiva de nutrientes a la laguna», similar a las estudiadas por su equipo en otras lagunas del mundo.

«La situación del Mar Menor no es culpa del campo»

El análisis del mayor experto del mundo en contaminación de aguas ha terminado en otra conclusión que ha dado esperanza a los trabajadores del campo que denuncian el señalamiento social. Precisamente, el tema de la agricultura y su impacto en la contaminación de las aguas también es un asunto muy presente en las investigaciones del profesor Lapointe y su equipo.

La conclusión de Lapointe sobre el Mar Menor es que, pese a que la presión social, política y ecologista, que sigue «enfocada en criminalizar al sector agrícola», los datos hablan de que la procedencia de nutrientes, como el fósforo, el amonio o materia orgánica, es principalmente «antropogénica» (urbanismo) y que la contaminación antrópica de las aguas es provocada fundamental y sistemáticamente por la entrada de aguas residuales de origen urbano, fruto de la presión creciente y mal gestionada de la actividad humana, como sistemas sépticos (pozos ciegos) y tratamiento ineficaz de dichas aguas.

Además, en sus estudios de la laguna, donde todo apuntaba aparentemente a que la procedencia mayoritaria del nitrógeno era del sector agrícola, comprobaron que definitivamente los datos señalaban que el 50% del nitrógeno tenía procedencia de aguas residuales y sólo el 8% de los fertilizantes. A su juicio, estaríamos ante otro colapso de un ecosistema presionado por la entrada permanente de nutrientes de procedencia urbana.

Evitar los errores de otros países

Tras años de investigación al respecto, Lapointe ha afirmado durante su intervención que una de sus principales recomendaciones es que «Murcia no ha de caer en la distracción que supuso en Estados Unidos centrar en los fertilizantes la carga de responsabilidad del estado ambiental de la laguna, y que es hora de aprender de otras zonas y así evitar cronificar el problema».

En esta línea, concluyó que «es vital mejorar la infraestructura de tratamiento y gestión de aguas residuales, vía superficial y subterránea, y reducir la carga de nutrientes para recuperar la calidad del agua y apoyar la recuperación de las praderas de pastos marinos en la región».