La Comisión Europea, que ya zanjó que el Mar Menor no tenía problemas de nitratos, se basa en informes del Gobierno de España, y del preámbulo de la Ley del Mar Menor, elaborado por el Gobierno regional, para sancionar
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Fundación Ingenio lamenta que podría haberse evitado el procedimiento sancionador por incumplimiento de la directiva de nitratos que ha dado lugar al fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y por el que Gobierno de España, junto a otras Comunidades Autónomas, entre las que se encuentra la Región de Murcia, han sido condenados.
El único dato aportado para condenar a la Región de Murcia, por no aplicar «medidas adicionales o reforzadas» ha sido que «el porcentaje de puntos de medición de aguas superficiales que notifican valores superiores a 50 miligramos por litro dentro de las zonas vulnerables aumentó del 10 al 15,6%». Cuando se estudia la sentencia en profundidad es preocupante el criterio que emplea la Comisión y el propio Tribunal para esta Región en concreto. El responsable del muestreo de las aguas superficiales: ríos, ramblas, lagos, es el organismo de cuenca (CHS), quién en virtud de sus competencias, aumentó el número de muestras en el último periodo reportado, especialmente en aquellas masas más afectadas. A modo de ejemplo, la rambla del Albujón, que es el punto más problemático, pasó de 38 muestreos en el periodo 2012-2015, a 113 en el 2016-2019. «Es como si, para determinar el contenido medio de azúcar en una taza de café, se mide 10 veces más el poso del fondo de la taza donde se suele depositar mayor cantidad de azúcar. Evidentemente la media resultante será mucho mayor que si se mide en distintos puntos de la taza», señala Pedro Fernández, de Agroingenieros por el Mar Menor.
Otro punto afectado por la contaminación, igualmente en zonas designadas como vulnerables, ha sido el río Mula en uno de sus puntos, pasando de 3 a 25 muestras. Este mayor número de puntos de un periodo a otro ha sido el único objeto de sanción a la Región de Murcia. Es inaceptable utilizar una simple media aritmética sin la correspondiente corrección para sancionar a una CCAA por incumplimientos de una directiva. En este sentido cabe destacar, además, que en estas masas de agua más del 90% del nitrato disuelto procede de las aguas residuales, aspecto este que aborda otra Directiva Europea, según un grupo de científicos.
Para Fundación Ingenio, resulta preocupante el criterio utilizado por la Comisión Europea y el propio TJUE al abordar el problema del Mar Menor. La propia Comisión utiliza sus datos publicados para condenar a un país o región, y en los últimos datos publicados por dicha institución ya había zanjado que el Mar Menor no tenía problemas de nitratos. Pero en esta ocasión incluye al Mar Menor en la sentencia por la existencia de informes del Gobierno de España y de Murcia, según asegura Natalia Corbalán, directora de Fundación Ingenio.
Ante esta situación, Fundación Ingenio estudiará presentar una denuncia ante las propias instituciones europeas por la falta de rigor en el criterio. Asimismo, se compromete a colaborar estrechamente con el Gobierno de la Región de Murcia en la redacción de la respuesta al TJUE, Desde FI exigirán rigurosidad y precisión en la presentación de datos, así como en la implementación de medidas reforzadas acordes con la Ley del Mar Menor y las medidas cautelares de la CHS, las que son, sin margen de duda, las más rigurosas de toda la Unión Europea.
Finalmente, Fundación Ingenio enfatiza que no permitirá que el sector agrario de la Región sea utilizado como escudo para encubrir el vertido impune de aguas residuales en ríos, ramblas y en el Mar Menor. «A pesar de las evidencias científicas aportadas por Agroingenieros por el Mar Menor y del Observatorio Permanente del Mar Menor, con analíticas certificadas por laboratorios acreditados por ENAC, que demuestran la principal responsabilidad de las aguas residuales urbanas en la contaminación del Mar Menor, el problema sigue silenciado a nivel mediático y político, y la Ley de Protección del Mar Menor sin contemplar soluciones a dicho problema» señala Natalia Corbalán.
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