Un equipo científico asegura que la depuradora de Torre Pacheco «vierte de forma reiterada aguas residuales mal depuradas»

 

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El Gobierno insiste en culpar a los agricultores del desastre ecológico en el Mar Menor. Sin embargo, un equipo científico de la Universidad Rey Juan Carlos ha demostrado que una depuradora está incumpliendo «de forma recurrente» la normativa de vertidos de aguas residuales, lo que contribuye a la contaminación de esta albufera. Lo más sorprendente es que la investigación se basa en datos de la propia Administración. Es decir, aunque el anterior gobierno regional de PSOE y Cs conocía la situación, impulsaron una ley que, a día de hoy, sigue castigando a la agricultura, criminalizando a los trabajadores del campo y destruyendo hectáreas de regadío.

La página web del Ministerio de Transición Ecológica afirma que la muerte de 15 toneladas de peces por hipoxia (falta de oxígeno) en el Mar Menor en el año 2021 se debió «a la entrada de nitrógeno y fósforo de la agricultura intensiva y otras actividades humanas». Así que el ministerio de Ribera insiste en que «es esencial reestablecer los equilibrios para que aquellas actividades que más presión están ejerciendo, la agricultura y otros sectores, sean compatibles con la conservación y protección del Mar Menor». En resumen: la agricultura no es ecológica y está destruyendo el Mar Menor.

Sin embargo, un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha desmentido esta afirmación. Asegura que la depuradora de Torre Pacheco «incumple con la legalidad al verter de forma reiterada al Mar Menor aguas residuales mal depuradas», lo que contribuye «de forma continuada a la contaminación y a la no regeneración» de la laguna.

«Incumple los límites permitidos en parámetros establecidos como la conductividad, sólidos en suspensión, demanda química de oxígeno, demanda biológica de oxígeno o nutrientes como el nitrógeno, los cuales están relacionados con la degradación ambiental de los sistemas acuáticos. Estos incumplimientos indicarían una mala capacidad de depuración de la planta, con su correspondiente vertido sin una correcta depuración al Mar Menor.»

Y podría no ser la única, porque el equipo científico ha recomendado también analizar los efluentes de todas las depuradoras que vierten al Mar Menor, algo que, por cierto, ya advirtieron las asociaciones agrarias de la zona, tal y como señaló la directora de Fundación Ingenio y portavoz de SOS Rural, Natalia Corbalán, en una entrevista en Es la Mañana de Federico de esRadio: «El origen se sitúa en las aguas residuales de origen humano que van entrando por el deficiente saneamiento y la deficiente depuración de las estaciones depuradoras». Todo esto se evidencia «con datos y no con opiniones», atendiendo a las observaciones y analíticas que llevan a cabo periódicamente.

El Gobierno lo sabía

El informe se basa en datos de la propia Administración, y que son públicos, ya que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Segura. Detalla que el 66% de los controles realizados (43 de 65) durante el tiempo de estudio (2019-2022) incumplieron los límites legales en al menos uno de los parámetros máximos autorizados. Esto demuestra, según el trabajo, que «el problema de los vertidos de aguas residuales a la laguna no se produce en episodios puntuales, sino de manera continuada«.

De hecho, el equipo investigador recuerda que, durante ese periodo analizado, se abrieron diez expedientes sancionadores a la depuradora de Torre Pacheco. «El 94% de los controles bajo sanción están relacionados con episodios de lluvia, lo cual podría indicar que, durante estos eventos, el caudal que provenía de la red de alcantarillado sobrepasaba la capacidad de depuración, terminando vertido a la Rambla del Albujón y, por lo tanto, llegando al Mar Menor sin una correcta depuración. Si bien no parece necesario un gran volumen de precipitaciones para superar la capacidad de la estación», afirma.

Los controles aleatorios efectuados por la propia Confederación Hidrográfica del Segura «confirman el mal funcionamiento de la estación y demuestran que presenta graves problemas de funcionamiento ordinario, cuyos vertidos incumplen sistemáticamente los límites durante el periodo de estudio».

Más vigilancia

El informe apunta que «es necesario revisar los valores límite y garantizar su cumplimiento, la vigilancia de los vertidos de efluentes de todas las depuradoras que vierten al Mar Menor (al ser una zona sensible a la eutrofización) y establecer la obligación de garantizar el tratamiento terciario para limitar la eutrofización (exceso de nitrógeno y fósforo) y los fenómenos de hipoxia».

Aconseja asimismo que, «con el fin de proteger el medio ambiente y la salud humana, es necesario que la depuradora gestione correctamente sus aguas residuales urbanas. Es necesaria una evaluación de riesgos de los efluentes en la que se incluya un amplio cribado químico o métodos basados en los efectos biológicos de los contaminantes presentes en las mismas».

El «Informe toxicológico sobre efluentes en el Mar Menor» se presentó el pasado miércoles 15 de mayo en Málaga durante el XVII Congreso Español y VII Congreso Iberoamericano de Salud Ambiental y está elaborado por un grupo de investigación de la Rey Juan Carlos liderado por las doctoras Yolanda Valcárcel y Yolanda Segura, con la colaboración de Francisco M. Martín.