La anulación del colector que debía llevar esos caudales al Mediterráneo obliga a cambiar el proyecto para derivarlos a los canales del Campo de Cartagena

 

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Los canales del Postrasvase que atraviesan el Campo de Cartagena se han convertido en una alternativa socorrida para evitar que desemboquen en el Mar Menor gran parte de las aguas depuradas y aquellas otras cargadas de nutrientes que emergen del acuífero. La decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de eliminar la construcción del gran colector de 15 kilómetros que uniría las principales depuradoras de la zona, hará que parte de esas aguas también vayan a parar a la agricultura, para lo cual serán mezcladas en los canales de riego para rebajar la salinidad y la concentración de nutrientes, informaron fuentes del Ministerio.

Como avanzó LA VERDAD, el departamento de Teresa Ribera ha decidido anular la conexión de las depuradoras de Torre Pacheco, Los Alcázares, San Javier y San Pedro, proyectada para evitar que las aguas regeneradas desemboquen en el Mar Menor. En su lugar iban a hacerlo en el Mediterráneo, aprovechando el emisario submarino de San Pedro, pero el proyecto se topó desde el primer día con el rechazo social y político de la zona, principalmente del municipio de Pilar de la Horadada, que no quieren recibir aguas que consideran de baja calidad.

Esta obra está incluida en el Marco de Actuaciones Prioritarias con un coste de 13, 2 millones de euros, y la alternativa ahora es modificar el proyecto para conectar solo las depuradoras de Torre Pacheco y Los Alcázares, y derivar todas las aguas tratadas a los canales del Postrasvase para uso agrícola. Los agricultores de la zona ya venían usando parte de estos caudales, aunque se topaban con el hándicap de su elevada salinidad, lo cual obliga a mezclarlos con aguas de mejor calidad, como la del Trasvase y la desalación.

Un alto volumen de vertido

Fuentes del Ministerio argumentan que el proyecto ha cambiado porque el volumen de vertido al Mediterráneo era muy elevado y obligaba a realizar una nueva declaración de impacto ambiental. Asimismo, en la fase inicial surgieron dudas sobre la capacidad técnica de la infraestructura que debía unir las cuatro desaladoras. Estas procesan casi 10 hectómetros anuales de aguas residuales urbanas. El objetivo del Ministerio era evitar «vertidos accidentales» que estas aguas, una vez depuradas, en el Mar Menor y en las ramblas que lo alimentan: cuando se colapsan las depuradoras en episodios de lluvias extremas, o se producen roturas o mal funcionamiento.

Los regantes del Campo de Cartagena también se hacen cargo de las aguas bombeadas de la rambla del Albujón, con un volumen de 2,7 hectómetros al año.